No, no voy a hablar sobre el "corto" del mismo nombre de la mariquita arpía que trabaja en programas del corazón de una TV local, que pasea a su perro por Chueca. Pero sí del hecho (demostrado, como tantos otros clichés) de que los gays tendemos a disfrutar de nuestros amigos cuadrúpedos en mayor proporción que los anodinos esos de los heteros, que son unos sosos y prefieren parir como conejas y vivir en Aluche o Torrente, en vez de tener un ático divino en pleno centro con perro incluido.
Olvidemos en esta disertación a los energúmenos (heteros todos, no puede ser de otro modo) que opinan que la caza es un deporte y aquellos que acabada la temporada se deshacen de sus perros de una manera que solo un cazique palurdo medieval puede concebir. Ellos no cuentan en esto de saber lo que es tener un amigo fiel, más bien no cuentan ni como personas. Yo los metería en una cámara de gas (popper, por supuesto)
Al lado de cualquier gay, casi siempre hay un perro y con un nombre absolutamente original y divino. Y ésa es otra, que los heteros a la hora de poner nombres a hijos o a mascotas, justifican la necesidad de que vuelva la pena de muerte. Hay nombres de críos, que dejarian a Neil Tennant con parálisis y convulsiones.
Como siempre, no puedo más que demostrar mis teorías con ejemplos:
Ejemplo #1: Heteros
Aída, vive en Aluche, a "sólo" 12 km de Callao, rodeada de una prole de Jonatans, Veros, Vanessas, Sorayas, Kevin Kostners y Jessis. Caso remoto que tubiera un perro (esperemos que no haya can que tenga tan mala suerte) seguro que se llamaría Tobi, Rocky o Daisy o algún disparate mayor que los nombres de sus propios hijos (eso si es que los heteros no son tan garrulos de llamarlos como el padre/madre, que ya es el colmo y debería estar prohibido)
Ejemplo #2: La Marquesa. (aunque hay tantos...)
Vive en un aticazo del centro, a 15 min de la mascletà, sin ni uno solo de esos aliens chillones llamados "hijos". Pero eso sí, con un perro que se llama Oskar que se pasea por el barrio con el rabo bien alto. (los dos)
Y da igual Oskar que Dante, que Lluna, Ona, Cocoon, Bico, Ida, Boston, Neu, Pandora, Senda, Lola, Emilio , Trash o Dimas. Todos son nombres originales y de los que un perro puede sentirse más orgulloso que un crío al que sus progenitores castiguen de por vida con un "Josua" "Coral" o "Jackelin". (oh, my God!)
Y todo esto debe de tener una razon.
* La de la elección de los nombres, es obvio, se trata de buen gusto de nuestro cerebro asimétrico al ser homosexual. (Ver
aquí articulo primero del blog)
* Lo de que haya mas proporción de gays con perro que heteros, debe ser consecuencia de las bofetadas que nos da la sociedad, en manos de nuestros semejantes, el hecho de que la soledad nos haya acompañado desde la primera erección y en muchos casos jamás nos haya abandonado. Y de que los cuadrúpedos al recibir cariño y amor, devuelven lametones y más cariño y más amor, no como nuestros semejantes, que solo devuelven disgustos, cuchilladas, traiciones y demostraciones de tener menos humanidad que cualquier can de los que hoy hay esperándote en los refugios.
Bueno, ala, ya me he relajado un poco. Es que una Marquesa deprimida, necesita cuchillo. Aquí os pongo un video para que os desquitéis los sosos, digo, heteros, y los otros dos videos con el corto "Mariquita con perro" mencionado al principio, espero que os gusten y dejad comentarios!!