Yo es que aún estoy fascinada, extasiada (hasta erotizada) por un sandwich mixto P*E*R*F*E*C*T*O que me ofreció mi hermana, y sin embargo amiga, la Chabakana de Russafa. No recuerdo nada tan rico en mi boca desde.... ejem desde unas horas antes del sandwich (...)
Pues en honor a ella, porque el título del post es suyo, hoy os comentaré de cuando una está torpe y mete la pata y tiene que abrir esa temible puerta.
No, no me refiero a poner Telecinco por error y veamos esa pantalla 24h partida en dos, con una tertuliana retrasada a la izquierda y una famosilla "de la casa" a la derecha, berreando, chillando e insultándose (da igual la franja horaria, siempre están gritando enfervorizados) hablando sobre Chayos Mohedanos y otra gentuza que jamás habíamos oído hablar en la vida, pero que ahora copan el 90% de la programación de esa cadena. No, esos Orcos no.
Los Orcos a los que me refiero son aquellas cerdas que vamos bloqueando en el móvil durante meses en el Grindr (léase éste artículo para saber los trucos de la Marquesa). Locazas peinadas con urracas muertas, escotes hasta el obligo, señores que podrían ser papá Noel, fotos de Rita Barberá... en fin: Orcos.Pero... ¿y ese día que aparece un chulazo rapado - que parece estar diciendo de "como te pille de ostio"- y una, temblorosa, abre el perfil, le va a dar a la estrellita de "Favoritos" y sin querer le da a la cruz de "Bloqueados"? NOOOOOOOOOOOOOOOOOO! No hay vuelta atrás. Automáticamente no queda ni rastro del chulazo, ni del
Sólo queda una posibilidad: "Abrir la puerta de los Orcos", y desbloquear a todo el mundo, ya que es la única opción que da el programita para recuperar al tiazo. Otra vez el Marquesado perdidito de locazas reggetonas, marimodernas con gafas de pantalla de 300 m2 e inundado de escotazos vaquerizos. Me recuerda a aquellos centenares de Gremlins acampando a sus anchas en aquella piscina, antesala del apocalipsis final. Gremlins y demás Orcos que sólo pueden ser bloqueados en la mazmorra a razón de 10 por día.
Diossa me asista!