Ay queridas, perdonad. Os tengo más olvidadas que Rita el agua mineral.
El caso es que he estado de fiestas eurovisivas por London y de manifas animalistas por Valencia y si me he acordado de que soy marquesa es porque me he clavado la corona un par de veces al desplomarme en el diván. Sigo adicta al Candy Crush Saga - viendo caramelos en linea cuando cierro los ojos - pero hay una novedad: por su culpa odio el chocolate. Y eso que me he traido de London un libro de recetas de Nigella Lawson, una aristócrata viciosa que es divina y cuyo escote acapara el 85% de la pantalla en sus programas de cocina. Ya os hablaré de ella otro día. Pero de momento ya he hecho su receta de la tarta Guinness, que ha durado milisegundos en el Tinglado a cuenta de las osas patinadoras. (click & eat to enlarge)
No sé qué me pasa con la comida. Será la edad, pero ultimamente sólo pienso en hacer tartas, comprarme robots de cocina. Pero cuando ví el precio de la Thermomix tuve que inyectarme un combinado de trankimazin y poppers en vena para "volver en mí". Oaghj! Aún estoy chillando.
Por cierto, qué chorrada lo de volver en "mi". Si te parece voy a volver "en el perro". Menudo plantel. ¿Acaso alguna cerda no ha vuelto en sí misma? - quitando a Alaska, claro, que después de un ciego volvió en Mario Vaquerizo.
Por cierto, qué chorrada lo de volver en "mi". Si te parece voy a volver "en el perro". Menudo plantel. ¿Acaso alguna cerda no ha vuelto en sí misma? - quitando a Alaska, claro, que después de un ciego volvió en Mario Vaquerizo.
Esta misma noche he soñado que andaba yo por Europa con mi marido... y como servidora es devota de la Virgen del Puño cerrado, comprábamos bolleria en plan LIDL y nos la comíamos clandestinamente en una mesa-comuna de un local de estos en plan "siéntate donde puedas". Cuando salíamos del local me olvidé de los bollos, y volví a por ellos pero no estaban. La mesa ya ocupada por más gente que no se apartaban y los hubiera abofeteado a todos, pero ni rastro de los bollos. Me he despertado entre sudores... sólo era un sueño, tranquila, no hay bollos perdidos. Fíjate si estaré p'allà que os juro que he pensado: "qué coño, esos bollos son míos y me vuelvo a dormir para ver si en el sueño los recupero" Para matarme.