6/11/12

La ardilla malvada

Ya sabéis todas de mi debilidad por las ardillas. Y como una se aburre tanto aquí en Valencia (farmacias y teatros cerrados, cine inasequible, TV manipulada,  huega de metros...) pues se coge un RyanAir y se planta en Hyde Park a hincharse a dar de comer a las adorables ardillas con su bolsa de cachuetes del Tesco...
Pero alguna lectora cabrona se ha encargado de que "conociera" a la ardilla asesina. (quién sabe si enviada por las Primas de Riesgo, sabedoras que este domingo no habría marquesa en el Tinglado)
La verdad es que servidora está tonta, porque en cuanto ví cómo aparecía una ardilla enorme como un conejo; con gafas de pantalla, las cejas depiladas, con botas y hombreras "de mala"...  ya tenía que haber temido lo peor, haberme quitado los tacones y salir corriendo hasta saltar las rejas de Buckingham palace. 
 "Aquello" era una ardilla "malvada" de libro y lo demás son tonterías. Sobra decir que las demás ardillas salieron echando leches. Después de ésto entiendo perfectamente que las ardillas autóctonas británicas (rojas) anden acojonadas en los bosques escoceses ante semejante grado de violencia de las invasoras americanas. (grises).
Mi ardilla malvada no tenia uñas, ...no: lo siguiente: trabaja diseñando cuchillas en la saga cinematográfica SAW.  Vamos, que lo de Freddy Crugger son muñones de osito de peluche comparado con lo que esta ardillita letal llevaba al final de sus zarpas. (que por cierto, tenian el tamaño - y los pelos - de los pies de un Hobbit)
Yo, boba e ilusa, le extendí mi mano con su cacahuete y la muy cabrona me dió un zarpazo en plan poligonero ( "trae eso p'acá" ) con tan mala suerte que me rajó el dedo. Visto y no visto. Qué de sangreee!
Mirad, esas uñas no sólo cortarían en dos una espada de Hattori Hanzo, sino que la mismísima Uma Thurman acabaría llorando con la cara desfigurada e irreconocible tras una hipotética pelea con el puñetero roedor.
Acabé en el  hospital de la NHS a ponerme la  tan temida vacuna "antitetánica". NOTA:  No confundir con la vacuna "antiTITAnica" que ya me la pongo todos los años y sirve para que las amigas malas no me puedan "hundir".  Ni tampoco confundir con la vacuna "antiTETOnica" que es la vacuna que olvidaron ponerse Nicki Minaj, Sabrina, Alaska y Yola Berrocal, entre otras.
El caso es que no me quisieron poner ninguna de las tres, por no sé qué temas de normativa... así que no descartéis que el próximo post lo escriba una ardilla zombie-marquesa con más mala leche que una alcaldesa lanzando trons de bac al personal, en pleno frenesí de Jack Daniels. Estáis avisadas.


1 comentario:

DiegoC dijo...

Menuda hija de puta la ardillita....