Siguiendo con los buenos hábitos de los hoteles madrileños (ante la crisis que les deja vacías las habitaciones) en un alarde de estrujarse los sesos, los catalanes también regalan el buffet libre de desayuno; pues por mí que no decaiga la iniciativa, oiga: me he puesto hasta el culo de desayuno y he salido todos los dias del hotel "tambaleándome" como Manuel Fraga. (eso sí, en los hoteles catalanes... de "pernil salat" res, oiga, que es massa car. Buffet libre de mortadela o butifarra i prou. Si vuelvo a ver otro croissant vomito).
El caso es que al llegar al "curro" pude sacar una "instantánea" del lugar donde recibí el curso y aquí la tenéis.
Al ojo "avizor" no se le escapará la relación entre la foto y mi "misión" en Barcelona, es tan evidente que hasta está inscrito en la fachada... (debajo de la foto os explico porqué)
Ya sabía yo que una cerda y torpe de clase media, media-baja, llegaría a la conclusión de que el detalle es el logo de la antigua Renfe (pero yo de antígua no tengo nada) En todo caso, pues dirás, abochornada sin duda, que se trata de la estación de França en Barcelona, que es de Adif... y que el curso fué ahi, y que yo.... sí eso es cierto... pero NO.
Lo que realmente estube haciendo yo ahí fue inagurar MI calle, cuya placa esta perfectamente colgada al lado de la estación donde efectivamente fui al curso. Pincha en la foto y leerás el nombre de la calle perfectamente. Tube que coserla a fotos...aaaayy ya se sabe que nadie es valorado en su tierra. Por cierto, la fachada de la estación de Francia en BCN es una pasada: Mandato divino, acudir todos en pereginación a la ciutat comptal a admirar una de las estaciones de tren más bonitas de la península y ofrecerme culto poniendo flores (o zapatillas) en la calle que me han dedicado. He dicho.
Lo que realmente estube haciendo yo ahí fue inagurar MI calle, cuya placa esta perfectamente colgada al lado de la estación donde efectivamente fui al curso. Pincha en la foto y leerás el nombre de la calle perfectamente. Tube que coserla a fotos...aaaayy ya se sabe que nadie es valorado en su tierra. Por cierto, la fachada de la estación de Francia en BCN es una pasada: Mandato divino, acudir todos en pereginación a la ciutat comptal a admirar una de las estaciones de tren más bonitas de la península y ofrecerme culto poniendo flores (o zapatillas) en la calle que me han dedicado. He dicho.
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