30/3/11

Se tiene más peligro por canosa que por viejuna

No se puede ser viejuna: porque existe serio riesgo de combinar las canas y la demencia.
Y es que servidora detesta las canas, y ha decidido declararles la guerra.
Por eso me hice con un arsenal de Marquesa Grecian 2000, y Just for Marquesas sólo para descubrir que no funcionan super-para-nada.
Así que he tenido que recurrir a otros productos Hacendados CON amoniaco, nena (take no prissoners). Y como una es solvente, pero also tacaña y devota de la virgen del puño cerrado, el otro día cogí un vasito de plástico - de esos que robo packs de 100 de la fuente de agua del trabajo - y me hice mi mezclita con poquita cantidad producto: (Así la caja de tinte me dura siglos) Quiero teñir unas pocas canas, no quiero que mi pelo parezca una peluca de Katy Perry!!! Viva el ahorro, claro que sí, nena. ( y cana que te quito!) - por dios, qué bajo has caído, Loles.

No hace falta conocerme mucho para saber que en plan marujona con las sienes embadurnadas de tinte, acabaría sooner or later sentada en mi despacho frente al messnger, aburrida mientras el potingue hace su rejuvenecedor efecto. Y el aburrimiento lleva a la modorra. Y la modorra... al desastre.

INCISO: Yo no puedo remediar dejar subir a Oskar a la cama de vez en cuando cuando me siento sola in the middle of the night. Además el cabronazo ha aprendido a hacer los ojitos del gato de Shrek pero en versión perro. Así que me lo llena de pelos y me toca cambiar las fundas del edredón nordico muy often, y muchas veces lo tengo sin funda. Creo que no hay cosa en el mundo que me dé mas asco, tirria y pánico que meter el edredon en una funda nórdica. ¿qué carrera hay que estudiar para eso?

Me estaba durmiendo toa... Sonó el telephone que yo tengo en mi mesita de noche y me apresuré a mi marquesil dormitorio, me desplomé en la cama en plan Beyoncée, donde a mi me gusta platicar y descolgué: Era un pesado de una encuesta al que le dije directamente que estaba haciendo la siesta, y le colgué. (divina) Y empecé con la siesta. Sí! qué agustito en mi almohada, bajo mi desnudo edredon mmmm. Tapadita, de lado.. que suavito todo...
(...)
Y caí en la cuenta... yo estaba enbadurnada de algo parecido a betún. Y ese betún ahora estaba...

¿Alguien sabe cómo lavar almoahadas y edredones King size?? Están manchados de tal manera que parece que un mecánico ha usado mi ropa de cama para limpiar el motor de un coche o las llantas de las ruedas. Vamos que antes eran blancas y ahora parece un edredon estampado de vaca lechera. Si mi marido y yo ya parecemos Cow & Chicken, como para ponerle más cachondeo al asunto...

¿véis como no se puede ser canosa y demente? ¿ cómo lo hará Sara Montiel ?

21/3/11

Ciudadana Muriel

Si no sabes quién es Muriel, pincha aquí... , mamarracha, ignoranta, pueblerina, poligonera, Lore y Macu todo junto.
Para las que seguís aquí (el link anterior era un patadón con tacón del 18 a la web de Disney), deciros que sí, claro que soy mala como Muriel, pero que el artículo no trata sobre eso. (cerdas, cabronas, que me encantáis todas, oaghjjj!)

Y es que recuerdo perfectamente cómo me sentí el día en que en España se aprobaba el matrimonio entre personas del mismo sexo: Ya no era una ciudadana de segunda, si no una "ciudadana Muriel". Fue una sensación nueva y extraña, incluso hasta inesperada:
Me sentí por fin en las mismas condiciones que los demás. Tan lejos de la felicidad como los demás, pero no más que ellos. En la misma raya, tras la misma línea de salida (qué mono farlopero me está entrando de escribir esto por dios).

Ya soy Muriel, una histérica obsesionada con casarse. Ya ninguna ley lo impide salvo la ley de la vida misma. Sentir que ya podía participar en el juego como los demás, sin ser discriminada al banquillo sólo por ser diferente. Ya estaba dentro, en la casilla de salida, como todos.

Pero toda borrachera tiene su resaca, y es facil darse cuenta de que se nos estaba permitiendo participar en la misma dinámica tantas veces cuestionada desde dentro, que para alguien la que hasta hace poco no estaba permitido ni soñar, emerge de repente de la nada. (en plan el Holandés errante).

Con mucho retraso, degustamos ahora- cuando no vomitamos - novedades gastronómicas como el divorcio, los abogados, los papeleos, las separaciones, la repartición de bienes, etc. Situaciones que hasta ahora sólo podíamos vivir en la tele y en tercera persona - con la misma lejanía con la que veíamos Dinastía, Falcon Crest o el Diario de Patricia.
Que hayamos conseguido el derecho de jugar al mismo juego y sigamos luchando para mantener nuestros derecho no nos libra de ellas. (seremos gays, lesbianas, bixexuales, transx, pero seguimos siendo tontas del coño, como las demás)No es que yo sea una mamaracha bipolar desquiciada que pasa de ser Muriel a ser escéptica del matrimonio -yo soy la primera que tiene planeado hasta el último detalle de mi boda, Oaghjj- Lo que pasa es que a veces, la dinánica del matrimonio es símplemente una ilusión óptica. A menudo tan sencilla como un contrato, un paripé en muchos casos anacrónico cuyo efecto secundario es una inesperada ducha de agua fría.
Vivimos un aluvión (lo de tsunami es políticamente incorrecto nowadays) de divorcios entre personas del mismo sexo que se casaron con la misma ansia que yo devoro un Nesquik con porras despues de una larga noche en vela (y creedme que éso es ansia y lo demás son tonterías).

Hemos tardado en tener el derecho a decidir y a equivocarnos. (Y lucharemos por mantenerlo votando contra el partido político que quiera despojarnos de él.) Ahora que todo planeta tiene matrimonio gay ó civil partnership (UK lo llama así, ellas que son fucking retorcidas: si eres hetero no puedes tener una de éstas y si eres homo no puedes tener matrimonio) no podemos dejar que vengan los rancios de siempre a colocarnos a la altura de una república bananera... Pero eso no quiere decir que tardemos también una eternidad en aprender de la vida y nos entreguemos así como así al traje de blanco y a Abba.

P.D. Quiero el Waterloo en mi boda. Si queréis asistir, ya os lo estáis aprendiendo, coreografía incluída, cerdas!

5/3/11

Tocar la nieve (una razón para odiar a mis padres)

Sí nenas, hoy voy a abrirme por vosotras. (me refiero a mi corazón, ordinarias!!)
Esta es una triste historia con gusto agridulce, y regusto a pilota de puchero pedreguero.
Os voy a habar, queridas, de una de las dos razones por las que más odio a mis padres.

Por suerte, quedó "reparada" tras 20 años de representar el sueño recursivo más habitual en aquella adorable e inocente mini-marquesa, Con 5, 11 o 17.. hasta tener 20 añitos siempre tenía el mismo sueño: tocar la nieve.
Fueron décadas no teniendo más posibilidad que soñar que yo tocaba aquello blanco, en algunos sueños era como escarcha del congelador, en otros como mantequilla, en otros como plastelina, ante la impasividad de unos crueles padres que jamás me llevaron siquiera a la puñetera Virgen de la Vega. (que es donde todos los buenos padres llevan a los hijos a ver la nieve a menos de 100km de Valencia)

¡¡¡No os estaba pidiendo ir a Disneylandia!!!
Insensibles! Al asilo en Ávila que os voy a llevar.

Pese al absoluto desinterés de mis padres porque yo lo consiguiera, en alguna ocasión el azar me proporcionaba algún adelanto:

- Con 7 años en plena cabalgata de reyes Magos tubieron a bien caer 4 copos de nieve que por supuesto no cuajaban, los primeros que caian en decadas en Valencia, y el momento fue especialmente mágico. Dada la casualidad del evento. En los sucesivos años tal era mi obsesión por si nevaba en Reyes, que pensaba en almacenar una bandeja metalica en el cogelador para recojerlos y evitar que se fundieran.
- Volverian a pasar 13 años hasta volver a ver otro copo de esos. Aún recuerdo aquel dia de 1994 cuando en el Notícies 9 - por aquel entonces era un programa informativo - sacaron el rincón de Ademuz y la zona de Alpuente totalmente nevada. La "susceptible" - que era como yo llamaba a Victòria Rosselló por su quebradiza voz al anunciar tormentas y relámpagos - me indicó dónde ir con mi Super5. Y allí que me planté, había ya poca, arrinconada en los muros de los campos, pero suficiente para meter hasta la rodilla y demás. Por fin! Pero porque yo ya no era un niño (uy que se me escapa el masculino) ya que conduje mi propio coche para tocar la nieve. Lamentable.

La nieve y la Marquesa son como el aceite y el agua, que por más que se buscan, nunca se encuentran.
Viví 6 años en Madrid y jamás nevó en la ciudad que huele a ajo, salvo otros 4 copos de mierda en 2003. Fué volverme a Valencia y nevar catastróficamente año tras año.
Cierto es que en una ocasión en 2000 y como yo trabajaba en Fuencarral, pude verla cuajda al llegar al trabajo.
No podía dejar aquello alli, en la calle. Tuve que llenar media bolsa de mercadona con nieve y subirla a mi oficina, y ponerla en mi mesa junto al monitor ante los estupefactos ojos de mis compñeros de trabajo que no daban crédito. No se me borró la sonrisa de la cara en todo el día. Era mi segunda vez.

En enero de 2010 han caído copos en el propio Marquesado (segunda vez en mi vida que lo veo en Valencia) y también cayeron en Requena en diciembre, visitando las pruebas del AVE.

La nieve, en todas sus acepciones supone un subidón, un alegria. Claro cerdas, Oaghjjj! pero es que la meteorológica no se puede comprar!

- Hoy viernes ha caído una buena nevada alrededor de Madrid, y Cuenca que ha cujaado en Alcobendas y de nuevo, tras 10 años, he podido volver a hacer bolas de nieve y tirarselas a mis compis de trabajo. Ha sido mi tercera vez. Lo mejor de mi curso en Alcobendas es sin duda la nevada.

De hecho ahora estoy en el AVE camino de Valencia, dejando atrás cientos de kilometros donde todo está blanco, algo que no cabe en mi cabeza. Es como ciencia ficción, pero me hace sonreir y pegar mis mofletes al cristal de la ventana del tren como si fuera otra vez una niña. Y es que lo soy, porque hoy me vengo de mis tiranos progenitores a los que les importó una mierda que una de mis más sencillas ilusiones se hiciera realidad.